Confiar vale la pena – El Tiempo

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Confiar vale la pena – El Tiempo

El tiempo y el camino

Muchas veces en el camino me he tomado el tiempo de pensar y repensarlo. Fui entendiendo que no se trata de sobrevivir, como me ha tocado algunas veces, sino de caminar hacia adelante con quien guste acompañar.

He dedicado mucho tiempo a desvariar debido a incontables circunstancias. Muchos quizás puedan entender esto, lo que me ha significado apartarme del camino por algunos ratos. Agradezco todo lo vivido. Mis pasos me han dado la posibilidad de conocer almas maravillosas y de las otras y creo que puedo decir que hasta ahora, sigo caminando.

Tengo una visión del arte que hace que siga trabajando y trabajando en una línea de pensamiento que nos haga crecer entre todos. Compartiendo, generando empatía, haciéndonos responsables de nuestros decires.  Los pasos que doy siempre me llevan adonde debo estar, aunque a veces parezca que no. Plena confianza en que me voy a cruzar contigo, que nos vamos a mirar por un rato, nos hablemos o no.

Estas letras tienen un significado y es poder conversar un rato. Hay tantos colores por ver, tanta voz, tantas alegrías y tristezas que conforman un universo del que siempre podemos saltar, con paracaídas o sin él. Creo que todos nos vamos transformando acompañándonos, conviviendo, aprendiendo los unos de los otros.

Tiempo de mirar

Amar es el tiempo que nos damos para estar, para mirar desde donde estamos diciendo, lo que estamos diciendo.

Una de las tareas más importantes es construir el momento a momento y para ello reflexionar, hacer una pausa en el camino recorrido. Deberíamos ser capaces de preguntarnos desde donde construimos. Cual es el sistema de lo que hacemos en donde las variables de vulnerabilidad, necesidad, autoestima, identidad tienen su ida y vuelta de accesibilidad. Nada se guarda mucho tiempo por estos días, todo nos cruza, y sembramos todo tipo de emociones y las cultivamos y las recogemos y luego vaya a saber qué hace cada uno con eso. Luego nos relacionamos, y lo argumentamos según cada bagaje cultural.

Me vinculo contigo y tú te vinculas conmigo, porque al hacerlo damos cuenta de nuestra existencia, porque si estas, yo también. Todos tenemos historias que contar y nos acercamos a ellas de muy distintas maneras. La observación de lo que nos rodea nos acerca a la verdad, nos hace colaboradores de ella, una empresa colectiva en la cual todos dependemos de otros. Todo es aparente, las impresiones nos hablan, pero los hechos nos convocan, nos encuentran.

Que un canto de amor resuene para encontrarnos siempre.

El arte del tiempo

El arte para mi es aliento, es el aire que siempre necesito, ese que me hacía recorrer muchos kilómetros a pie para llegar a la ciudad de las emociones. En ese recorrido mi alma salía de mi cuerpo y viajaba por sí misma, era como andar alto del suelo, como un gran globo que cambiaba de color. Y llegaba y me saltaba el corazón, los ojos se me salían de las orbitas, miraba a las personas que me cruzaban con hambre, con sed, fijo, fuerte, gritaba en silencio.

Casi nadie reparaba en ello, todos apurados y yo con la blusa mojada con los aceites que se te salen cuando te mareas y te sientes mal y no lo puedes evitar.

Siempre mi pantalón deportivo, mi pelo largo, mis “Topper” blancos, mi pelo largo.

Crecí, como crecí viendo a mis compañeros vivir vidas que no conocía, que no me habían contado, y podría estar hablando de historias anteriores pero hoy viene a mi esta, quizás porque el aire se hace necesario. RESPIRAR, nunca nos olvidemos de respirar, es vida, es movimiento, es calma, es danza, es sentir las palpitaciones que la vida te da.

Tiempo de compromiso

Crear mundos es un compromiso. Siempre crear para poder comunicarnos porque somos seres sociales, porque uno se reconoce o no en el de enfrente y el o vos deciden cruzar la vereda para abrazarse, para abrazarnos. Mi abuela me escribía cartas, muchas cartas, quizás porque quería decirme tantas cosas y la fui encontrando en cada una de ellas. También con el tiempo pude entender su furia, su soledad, su desarraigo. Ella pertenecía a una sociedad a la cual yo viajo muy seguido, que adoro, que me devuelve el amor con su nombre, porque sé que, si hubiera tenido tiempo de emparchar, ella estaría allí, esperándome. Aun quedan rastros de mi abuela en dicho lugar.

Soy bisnieta, nieta, hija, hermana, tía, amiga, descendiente de un matriarcado potente, con debilidades por sanar aún, en donde los hijos no se consideran propiedad privada y se siente casi como un abandono a veces, hasta que la libertad de movimiento te encuentra. Espero con ansias que todos los integrantes nuevos del nido puedan sentir y ver esto lo mas pronto posible. El camino tiene sus cosas y aprendemos caminando, me lo digo todo el tiempo y seguro que ya repetí varias veces las letras del tiempo, es que a veces creo que no existe y otras me domina, me inventa, me centrifuga. Agradezco el que te tomaste conmigo al leer estas letras. Creo que de tiempo estamos hechos y hoy yo decido tomármelo contigo.

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About the Author

Actriz titiritera, animadora y cuentacuentos; realizo varios trabajos como asesora artística y producciones, así como la comercialización de historias por pedido.
Actualmente escribe, actúa y dirige sus espectáculos proponiéndose seguir de gira promocionando encuentros de expresión en movimiento con títeres/objetos, cuentos e historias viajando por todo el país en convenio y compromiso con diferentes instituciones.
Dicta talleres de expresión artística en Uruguay y el exterior del país en el marco del proyecto “El arte de envejecer” donde suma varias disciplinas con otros docentes del área.
Generando espacios de formación para adultos con la denominación “Movimiento del alma” llega al departamento de Florida en donde ofrece talleres y funciones.

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